viernes, 4 de enero de 2019

Les prometo, hijos míos. 
Mis ojos para guiarlos cuando las nieblas cubran su visión.
Mis brazos para ser su sostén, en muchos sentidos, durante toda su vida.
Mi boca para enseñarles, para cantarles, para besarlos.
Mis piernas para ser sus primeros pasos.
Mi vientre para ser su primer hogar.
Mi mente para mantenerlos vivos en pensamientos, desde hace muchos años y para siempre.
Les prometo que los amo a pesar de que todavía no los conozco. Siempre lo sentí así. Son mi mayor sueño, mi meta más grande, todo lo que deseo en esta vida.
   Todo lo que aprendo, todo lo que hago, todo es pensando en ustedes. Quiero ser lo mejor posible para brindarles lo que a mí me faltó y también lo que pude tener. Porque no hay nada que pudiera imaginar que me hiciera más feliz que su felicidad.
   Lo sé. A veces piensan que exagero cuando hablo con tanto amor de los hijos que todavía no tengo. Pero no sé por qué, siento muy fuerte que ustedes ya existen, que en algún lado me ven y me escuchan. Al final, sé que existen porque en mi mente así es, a pesar de no saber todavía cuántos van a ser, ni cómo, ni de qué géneros. Pero este amor es el más real que sentí en toda mi vida. Quizás será una locura, puede ser.
   La posibilidad de cuidar y criar a un ser humano que fue formado en mí interior, que es la mitad de mí, pero a la vez es un ser completamente individual es algo no menos que mágico. Es algo que es tan grande que dudo mucho que en general las personas sean conscientes de eso.
   Los quiero libres. Como a mí no me dejaron ser en muchos aspectos. Quiero entender con totalidad y ser completamente consciente de su individualidad. Ustedes van a ser quienes quieran ser, no quien yo quiera que sean. Van a tener la religión que quieran si es que eligen alguna, la visión de la vida que deseen armar, su propia opinión política. Les quiero enseñar eso, que se debe ser analítico, objetivo, formar nuestros propios pensamientos y no seguir los ajenos sin cuestionarse nada. Los voy a aceptar, siempre.
   No veo la hora de conocerlos. Y siempre que lo digo la gente se asusta porque creen que quiero adelantarme y arrancar a tenerlos ahora, pero no. Como quiero lo mejor para ustedes, eso incluye que mi vida esté en un momento en el que pueda ser la mejor mamá. 
   Los amo, con toda mi alma, mi vida, y mi ser. Y sé que algún día les voy a contar todo esto que siempre sentí. La espera va a ser larga, pero va a valer la pena. 

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