martes, 16 de junio de 2015

-    Caí en una depresión que sólo Dios conoce, de la que nadie sabe.
-    Me paso los días enteros quejándome de estar encerrada pero no queriéndo salir a ningún lado, huyéndo de huír.
-    Duermo, duermo, duermo hasta que mi cabeza quiere explotar del dolor y mi cuerpo me pide a gritos que haga algo. Pero no le hago caso.
-     Siento cómo todos me juzgan y puedo escuchar cómo entre dientes están constantemente criticando todos mis movimientos. Y aunque pareciera que todos ellos estuvieran pendientes de mí, en realidad creo que estoy absolutamente sola en el mundo.
-     Lo escucho, lo veo, lo percibo, lo siento y lo sé: soy inútil. Sólo vine al mundo a desperdiciar espacio, tiempo y recursos, pero no le aporto nada. Soy sólo un estorbo.
-     A través de golpes la vida poco a poco me enseña que los sueños son un privilegio que sólo las personas capaces se pueden dar. Y es por eso que estoy privada del derecho a soñar.
-     Pareciera que nadie entiende. Pero yo tampoco lo entiendo. A veces pienso que podría ser capaz de remediar mi situación pero no quiero. Y después caigo en la cuenta de que no es así.
-     Es como si algo estuviera torturándome y repitiéndome una y otra vez que nunca voy a poder lograr lo mismo que los demás, que soy menos en todos los sentidos, que ni siquiera lo intente.
-     Mi única escapatoria es Dios pero él está tan lejos. Y es por mi culpa. Porque alejo de mí lo que me hace bien casi como si me gustara sufrir de ésta manera. Yo le fallé, y le fallo todos los días y es por eso que él no puede ayudarme. Pero es que no consigo estar de acuerdo con cosas que me imponen que deben ser de una manera y sólo así. Y soy castigada quitándome el privilegio de la protección de esta manera.
-     Estoy hundiéndome en un pozo que pareciera nunca terminar. Cayendo y sólo cayendo
-     Las cosas que me gustan nunca me van a llevar al lugar en el que quiero estar algún día. Y eso me hace enojar tanto. Todo lo que yo considero importante pareciera que para los demás son sólo estupideces.
-     Nací diferente a los demás. Simplemente no encajo con todos ellos. Lo intento y lo intento pero no lo puedo lograr. Y en mi caso, diferente es malo, o eso es lo que me quieren hacer creer.
-     Adentro mío está desatada una guerra entre el bien y el mal que me está destrozando de a poco.
-     Sé cuáles son las soluciones para todos mis conflictos, pero hay algo en mí que no me deja alcanzarlas. También sé qué es eso que no me lo permite. Tampoco sé cómo librarme.
-     A pesar de todo esto, muy en el fondo y bien escondida, hay una lucecita de esperanza dentro mío. Ingenua, chiquita y débil que cree que todo va a estar bien y que mi vida se va a arreglar. Necesito más de esa ingenuidad y debilidad para resistir.
-     El mundo me obliga a vivir de una manera. Me imponen cosas que deben o deben ser así. No tengo opciones. Yo no puedo elegir. Soy diferente y eso es mí problema. Tengo que lograr quitarme toda la esencia como persona y ser igual a ellos. Es eso o morir.

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