Y hoy, otra vez escuché a alguien decir que odia ver a la
gente llorar. No lo entiendo, yo amo ver a la gente llorar, y amo llorar. No,
no porque sea una persona sádica y malvada. El llanto es la más pura evidencia
de que hay corazón, que hay alma y humanidad.
Se puede llorar de
muchas maneras, no siempre es lo mismo. Se llora por amor, por nostalgia, por
alegría, por emoción, por arrepentimiento, por reconciliación. Se llora porque
el alma quiere gritar que siente, que siente con tanta fuerza que estalla. La
tristeza no es el único motivo, y para nada el más importante. Pero llorar por
tristeza aún es hermoso, es aliviador, y un calmante natural sin efectos
secundarios. No es debilidad, es fortaleza.
Por eso lloremos,
lloremos todos juntos y siempre que podamos. Demostremos que somos libres,
audaces, felices, fuertes, nostálgicos y emocionales. Lloremos y demostremos
que tenemos vida.
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