viernes, 11 de diciembre de 2015

Tal vez no esté bien, quizá esté cometiendo un error. Dicen que no valías suficiente para mí, y fuí tan tonta de llegar a creerlo. Estaba tan enceguecida que no era capaz de ver que hacías todo para verme bien y hacerme feliz. Sabía la cantidad de veces que no me abrazabas pero ni siquiera intenté contar la cantidad de sonrisas que me diste. Egoísmo es lo único que se me viene a la cabeza cuando pienso en cómo solía tratar de hacerte culpable de tantas cosas.
   Duele, duele tanto. Estoy tan arrepentida. Desearía con todo mi ser que volvieras y hacer las cosas bien. Ya no pensar más sólo en mí y brindarte todo el valor que siempre te mereciste. Mataría por un abrazo más, por otro beso, por que me miraras de la misma forma en que lo hacías antes. Jamás en toda mi vida voy a poder reemplazarte, sos dueño de mi corazón completo y no quiero que no sea así. No quiero que otra persona me de amor, porque ninguno va a ser tan fuerte como el tuyo.
   Solamente quiero pedirte perdón. Perdón por no ver bien lo que estaba eligiendo perder. Perdón por no entenderte cuando estabas mal y no podías ocuparte sólo de mí. Perdón por ser tan increíblemente egoísta.
    Todavía aparecés en mi cabeza a diario, todavía lloro cuando me acuerdo de todo lo que no pude disfrutar con vos y todavía sonrío cada vez que te imagino sonriendo.
    Y sé que no vas a leer esto, y que aunque lo hicieras, me ocupe de aplastar tanto tu corazón que ya no queda un trocito que sea capaz de perdonarme y amarme de nuevo. Pero me gustaría que supieras que estoy arrepentida de haberte dicho que ya no quería seguir con lo nuestro.
    Es increíble todas las veces que creí saber lo que es el amor antes de conocerte. Que equivocada estaba.
    Por lo menos no podés escaparte de estar en mi cabeza todo el tiempo. Te voy a mantener ahí toda mi vida. Y en mi corazón hay un hogar que te espera con los brazos abiertos por si algún día querés volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario